El día de ayer salimos a entrenar una vez más para irnos afilando en las maniobras del barco y así poder estar a punto para el clasificatorio al sudamericano, que será la próxima semana. Decidimos ir a entrenar a Bajo Radio (cancha que es conocida por tener ola grande y viento de mayor intensidad), debido a que de esa forma entrenábamos con condiciones más complicadas que las normales.
Contamos con la presencia y apoyo de Chan (Sebastián Higuera), que vino a entrenarnos desde Colombia. Al principio empezamos a navegar en ceñida, y a practicar las maniobras en los tacks. Navegamos en ese rumbo cerca de una hora y media, alejándonos de tierra cada vez más. Luego de navegar en ese rumbo y ya un poco cansados, decidimos hacer maniobras con el viento en popa, izamos el spinnaker (vela que tiene forma de paracaídas para navegar con el viento a favor) y comenzamos a hacer maniobras.
Empezó a subir el viento y la ola estaba grande en Bajo Radio. Para poder bajar las olas y empezar a navegar más rápido, nos empopamos en exceso (recibíamos el viento directamente desde la popa del barco) y el bote se puso inestable. En ese momento nos pego una ráfaga de viento fuerte, y con el efecto de la ola, el timón quedo fuera del agua, quedándonos sin gobierno arriba del barco. En ese momento nos vimos los tres, y nos dimos cuenta que no se podía hacer nada, ya el barco estaba con el mástil en el agua y el barco se viro por completo. Nos fuimos los tres al agua, y al principio nos reímos de lo que nos paso, pero pasaron los minutos y empezamos a desesperarnos por muchas cosas: estábamos lejos, no podíamos permanecer mucho tiempo en el agua porque estaba frio, la orza del barco (quilla) estaba completamente debajo del agua y la necesitábamos arriba para poder hacer palanca y enderezar el barco. En resumen, estuvimos cerca de una hora y media en el agua tratando de enderezar el barco y de subir la orza, recordemos que la orza solamente tiene un peso de 130 kilos (un poquito pesada).
En pocas palabras, estábamos en el medio del mar con el barco dado vuelta tratando de bucear y subir la orza. Menos mal, Chan no estaba lejos y nos ayudo a enderezar el barco, y aun así nos demoramos mucho tiempo. Si él no estaba cerca, nos cogía la noche y ahí si tocaba rezar.
En fin, recuperamos el bote, perdimos algunas cosas que se fueron al agua, pero aprendimos mucho de lo que nos puede pasar si no estamos con las pilas puestas, incluso pueden llegar situaciones realmente graves.
Luego del día de entrenamiento, llegamos al club muertos de cansancio y de frio. Lavamos el barco e hicimos una lista de los daños, que por suerte no fueron muchos.
Les dejamos fotos, y esperamos sus comentarios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario